miércoles, diciembre 30, 2009

En este mundo...

...hay un hombre que jamás ha sonreído.

Erase una vez una madre, un padre y un niño. Un pequeño niñito muy callado, cuya vida intentaban destruir. Todos lo llamaban como su padre, Caleb.

Padre sólo dijo "Lo siento" una vez, que yo recuerde. "No pretendía herirte con aquellas palabras, solo destruirte, mi pequeño y estúpido hijo. Debería haberte partido el cuello cuando aún eras débil..."

Sonreí en su funeral "¡Por fin has muerto!"

Las soluciones de Padre se convertían problemas más pequeños, bebiendo sin parar, dedicando cada día a borrar el día anterior. Madre aún tenia fe, y me enseñó que al final de cada túnel hay una pequeña luz. No penséis que intentó mentirme, era su esperanza, algún día todo iría bien por fin, "no llores Madre, yo seré feliz mientras él no lo sea..."

Le odio, y a pesar de todo le temo. "Este chico es un inútil, es mi mayor vergüenza". Al final lo seguí, y lo golpeé. Soy el retrato de un hombre que Madre dibujó para siempre odiarlo, y habitaré una eternidad en el infierno, si ese es el precio que debo pagar por lo que acabo de hacer.

Y el arrepentimiento... no es una opción.


Mik

jueves, diciembre 10, 2009

childs and chickens

Un niño pequeño me preguntó una vez: "¿Porqué la gente no puede ser más amable y simplemente amarse los unos a los otros?". Medité sobre ello durante un rato, y entonces, por supuesto, me comí al niño pequeño. Estaba duro, seco y NO sabía a pollo.

Se supone que debe haber alguna moraleja en esta historia, sobre como la humanidad está evolucionando hacia una civilización egocéntrica, pero tal vez la moraleja debería ser: "No hables con extraños". Si le hubiesen inculcado tal idea a este niño pequeño, estaría vivo hoy. Y yo no tendría que explicar ese horrible olor que emana de mi sotano.

Pero bueno, la culpa es de la LOGSE, todos lo sabemos.


Mik

jueves, diciembre 03, 2009

There was a long and dark December...

¡Ah! ¡Felices, felices ramas, que vuestras hojas
no podéis esparcir, ni de abril despediros!
Y músico feliz, que no te cansas nunca
de modular canciones siempre nuevas. Empero,
más feliz, más feliz ese amor venturoso,
cálido siempre y no gozado todavía,
y jadeante siempre y para siempre joven:
todos alientan lejos de la pasión humana,
que deja el corazón tan saciado y tan triste
y una frente de fuego y la lengua abrasada.

¿Quiénes son esas gentes que al sacrificio acuden?
¿ A qué altar de verdores, ¡oh, extraño sacerdote!,
esa ternera guías, que hacia los cielos muge,
con los fiancos sedeños cubiertos de guirnaldas?
¿Qué pequeña ciudad, de la playa o de un río,
o alzada en la montaña, con una ciudadela
pacífica, quedóse sin gente esa devota
mañana? Y a tus calles, ¡oh, villa! , para siempre
se verán silenciosas, y ni un alma a decirnos
por qué estás tan desierta, podrá ya volver nunca.

¡Forma ática, hermosa actitud! Guarnecida
con progenie de hombres y doncellas de mármol,
con ramas de los bosques y con hollada hierba.
Tu empeño, ¡oh, silenciosa forma!, nuestros pensares
vence, como lo eterno: ¡oh tú, pastoral fría!
Cuando a los hoy lozanos ya la vejez consuma,
te quedarás aún, en medio de otras cuitas,
como amiga del hombre, diciendo: «La belleza
es verdad; la verdad, belleza» : y eso es cuanto
en la tierra sabéis, y ya más no precisa.



Y Mik reposa, aunque no del todo, tras un largo periodo de examenes, practicas y otras torturas inventadas por la maligna figura del profesor. Y Mik celebra, pues hace un año que se unió a su musa y no hay ningún otro pensamiento que le haga mas feliz.

¡Ah, debería robarle un caramelo a un niño para hacer más dulce mi victoria!


Siguiente objetivo: rocíar con insecticida a los perroflautas. (hay quien dice que cuando lo haces mutan, e invocan a su dios "La Pulga", enemiga del mío, el mítico Pollo-polea)


Los enfrentamientos míticos (y mitológicos) no pueden (ni deben) hacerse esperar.


PD: Necesito ingerir pollo de Kentucky.



Mik

martes, noviembre 17, 2009

november's foggy freeze

El día ya te había prometido ser irritante desde por la mañana, pero... a qué llamar irritante, cómo llamar a esto.
Te acuestas pensando que has perdido el paraguas. Dónde has metido el paraguas? qué dia fue el último que llovió? dónde puedo habermelo olvidado?
Pero, jugarretas de la cabeza, sueñas que has perdido algo mucho mas importante. Mil veces mas importante. Te retuerces en la cama, casi eres consciente de que estás rechinando los dientes de angustia. Hasta que por fortuna suena el despertador.
Te despiertas con alivio reconociendo que efectivamente fue un sueño y durante centésimas de segundo piensas (por qué no?) que el dia que queda por delante puede estar bien. Pero oyes llover en el patio.
Maldición.
Tengo sueño, llueve, esta mañana tengo que salir a la calle 6 veces en 6 horas y no tengo paraguas.
Maldición. El profesor por el que te partiste los cuernos a mover horas al final no va a venir.
Mil veces maldición... me muero de hambre pero no llego a casa hasta las cuatro.
Llegas a comer a las 4 y a las 5 nuevamente tienes que estar fuera. Y, como llamarlo, lo peor.

Qué noticia te dan a las 5? entra, pasa, coge una revista, espera. Pasa, pasa aquí, vaya, mira esto. Sabes una cosa?
Como si no fuese nada.
Es broma?
Sales y primero no entiendes, luego dices, maldito médico, tu que sabes, tú que sabes? no sabes nada de nada, no tienes ni idea de nada, eso es mentira.
Evitas llorar por la calle no por la gente, si no porque siempre te has creido una tia muy dura y, ey, no es para tanto. No es para tanto.
?
Llegas a casa como en otro mundo. Te vas a dormir para que cuando despiertes eso aparezca mezclado con el sueño y confirmes que, qué tonteria! fueron imaginaciones tuyas, un sueño absurdo como el de esta noche, un alivio levantarse y ver que nada es así realmente.
Volverse a preocupar de lo que todo el mundo se preocupa. Los exámenes, la gripe A, el paro.
No eres capaz de definir la forma en que tu cuerpo se centra en proteger todo tu pensamiento. Lo toca entero, lo tantea, lo nubla y lo conduce, tratando de controlar todo para evitar cualquier dolor. Cualquier idea huidiza que te haga romper a llorar como una niñata. Mira la calle, ves? ahora vas a salir a la calle, como si nada, porque no pasa nada. Claro que no.
Mira como llueve ahora mismo en la calle.
No tienes paraguas.
No pasa nada.

domingo, noviembre 08, 2009

el viejo y el mar

El mar es dulce y hermoso. Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente que esos pájaros que vuelan picando y cazando, con sus tristes vocecillas, son demasiado delicados para la mar.
Decía siempre la mar. Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de ella, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes (...) le llamaban el mar. Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o de un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía remediarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer.




El viejo y el mar- E. Hemingway

viernes, octubre 30, 2009

Anxiety

Ante la falta de otros recursos, los bebés lloran cuando necesitan liberar energía. Y eso no significa que estén tristes o que les duela algo.
Supongo que esto mismo podría explicarles a mis vecinos cuando en noches como esta necesito aporrear la guitarra (la flauta es demasiado mariquita para este tipo de ocasiones), bailar y saltar. Y gritar.
Significa eso que es fiesta o que me duele algo? o que estoy superfeliz?
Nain.
Seguro que vosotros tampoco lo entenderíais del todo.






Malos vecinos

martes, septiembre 22, 2009

homeostasia, ortostatismo, equilibrio

Habiendo tratado de escapar marta arias de su propio ser, y al no poder hacerlo, escapando por paralelismo de lo más parecido a su ser que es su casa, se sentó a la vega del río mientras contemplaba un atardecer de esos de septiembre, tan iguales todos entre sí.

Tras una serie de acontecimientos inusuales a la vez que carentes de toda cohesión, abandonó a ese niño que abandonado por sus hermanos en la barca a pedales pescaba casi en tierra (con obviamente vano resultado); abandonó a sus viejos amigos los gemelos y a la perrita americana que paseaban, abandonó también a marta arias en la orilla, y lo que quedaba de ella volvió a casa.

Se calzó unas zapatillas, blancas aún por el no-uso, y echó a correr hacia la calle, escapando de nuevo, con la única diferencia de que ahora la gente lo notaba.

Casi había anochecido y como bien es sabido que en las proximidades a las márgenes siempre hay criaturas como lobos, osos, mosquitos, yonkis y enamorados, encontró oportuno no acercarse nuevamente allí y seguir un itinerario diferente. La vaguada, y otros sitios que produjesen náuseas (pero por motivos diferentes al, por ejemplo, olor a caca, como sea el de nuestro querido tormes), construían la ruta perfecta para esa noche.

Aunque llevaba puestos los cascos, durante un buen tiempo ignoró la música que entraba por sus oídos, y casi abstrayéndose en sus pensamientos, llegó sin querer a uno enterradísimo.
Esa canción!

Tardó un minuto entero en hacerla nacer de nuevo.


Quien te cantará con esa guitarra,
quién la hará sonar cuando no esté yo.




Y puesto que ya había cogido pico y pala, continuó desenterrando cosas de su preconsciente freudiano, más asustada ya que intrigada por lo que se podía llegar a encontrar por ahí dentro.

miércoles, septiembre 02, 2009

Autobombo gratuito y rastrero

No me odieis demasiado, la calidad de audio no es la mejor, e incluso la camara chilla en algun ligero momento, pero creo que es audible.


¿Lo veis? No ha sido tan duro.

¡Incluso admito peticiones!



Mik

sábado, agosto 15, 2009

encinas

-No es que me guste, lo hago porque...me sabe a Sudamérica.
-Y es ansiolítico, también...

Nuestra idea inicial era ir al frontón nuevo a tumbarnos y ver estrellas. Yo había oído que era temporada de lluvias de estrellas, y aunque hoy no hubiese, seguía siendo agosto, y no había mejor sitio para ver el cielo nocturno en verano que el frontón, salvo quizá el campo de fútbol.
Pero las luces del frontón seguían encendidas (completamente extraordinario y absurdo, pues estaba vacío y ya eran casi las dos de la mañana), así que avanzamos unos metros hacia las viejas escuelas del pueblo, entramos, y nos sentamos, apoyándonos en la pared. Las luces de los potentes focos todavía alcanzaban a iluminarnos las caras.

Ese lugar me daba la impresión de ser un escenario estático. Siempre ha sido igual desde que alcanzo a recordar. El suelo de la entrada a las escuelas, al igual que el techo, siempre liso y con tacto de tiza, está rodeado por una pequeña verja, en la que se enredan las ramas de un sauce llorón. Enfrente, el frontón, con dos de sus paredes sin terminar debido a la falta de presupuesto (o quizá de ganas), muestra una imagen humilde desnudo en ladrillo. A la izquierda, el camino a los maizales y al río. Detrás, la senda que lleva a la alameda esa tan oscura en cuya charca dicen que un día se ahogó un niño, y a la cual ni ya cumplidos los 19 años nos hemos atrevido a volver. Hacia la derecha, el camino de vuelta al centro del pueblo.

Cogió (agarró, tomó) un fósforo de los de la caja gigantesca, y lo prendió.

Hablamos de viajes y de proyectos, y de psicólogos, y creo que nos reíamos. Me recordó el fallido intento de Guión Ansiolítico 2008-2009 y me propuso comenzar uno nuevo para este año.

-Bien, entonces... empieza aquí. En las escuelas, con estos cacharros mentolados, con la luna amarilla con forma de rodaja de melón.
-Conmigo mirando mis pies... que no me gustan porque cuando veo sólo mis pies pienso que soy mi madre...

"Puajajajaj...."
Entonces vio una estrella fugaz. "Ey! una estrella fugaz! un deseo un deseo un deseo!! qué pido qué pido!!?"
Al final pensó en algo en concreto de entre todo lo que querría haber pedido, pero para cuando se decidió a qué pedir seguramente ese pedazo de roca espacial ya se hubiese desintegrado, así que ese deseo no se cumplirá. No se cumplirá de esta vez, no. Esperamos a otra estrella.

-Mira, ahí viene Eder.

La ceniza había tomado la forma de un perfecto cono.

Eder saltó la verja y se sentó a nuestro lado.

lunes, agosto 03, 2009

miércoles, julio 29, 2009

Sensemayá

Sensemayá por Nicolás Guillén
(Canto para matar a una culebra)


¡Mayombe--bombe--mayombé!
¡Mayombe—bombe--mayombé!
¡Mayombe--bombe--mayombé!

La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio, en un palo,
con sus ojos de vidrio.
La culebra camina sin patas;
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas.

¡Mayombe—bombe--mayombé!
¡Mayombe--bombe--mayombé!
¡Mayombe—bombe--mayombé!

Tú le das con el hacha, y se muere:
¡dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie, que se va!

Sensemayá, la culebra,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá, con su boca,
sensemayá ...

¡La culebra muerta no puede comer;
la culebra muerta no puede silbar;
no puede caminar,
no puede correr!
¡La culebra muerta no puede mirar;
la culebra muerta no puede beber;
no puede respirar,
no puede morder!

¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe--bombe--mayombé!
Sensemayá, no se mueve…
¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe—bombe--mayombé!
Sensemayá, se murió!



Inspirado en este poema, Silvestre Revueltas compuso "Sensemayá", una obra magnífica y tremendamente descriptiva, de gran complicación rítmica. En ella puede apreciarse incluso una adaptación musical del estribillo, "mayombe, bombe, mayombé" en la entrada de la cuerda (2:17).
Aquí la tenéis, dirigida por Dudamel e interpretada por la joven orquesta Simón Bolívar (esta vez casi doble, a lo Mahler).



no es genial?

Personalmente, me encanta la obra, claro. Peeero, el poema tiene algo...


Marz

miércoles, julio 15, 2009

el piano

Si en algún momento de mi vida me habría gustado tener una cámara, o una grabadora, o una memoria prodigiosa, yo creo que fue esa noche.

La luz se colaba por la ventana y por encima de la puerta, y descansaba sobre un colchón en el suelo (la luz, o él, o los dos).
Hablaba (no puedo recordarlo todo!) con palabras que no fluían, ni salpicaban, sino que aparecían. Es cierto, su mente trabaja más rápido de lo normal, y a tiempo real con su voz. Nunca le queda nada por decir excepto lo que nunca quiere decir, aunque eso ya lo sabemos.


Pasó toda la noche con los ojos cerrados y aun así ni por un momento se durmió.


Yo sólo le escuchaba. En un momento se calló. "Habla" dije. Contestó sin mirar:

"No... hablar es falso.. como tocar un instrumento".
Nos callamos.


Entonces, como si fuese una película, empezó a entrar por la ventana la música del piano, procedente del gimnasio. Creo que yo estaba triste. Sin abrir los ojos, lo adivinó.

"Por qué estas triste?"

"No sé... yo, la música"

Entonces los abrió. "La música? Bueno.. a ti nadie te va a recordar por dar cuatro notas"





Ahora parece frustrante? En ese momento me sonó como de las cosas más bonitas que me habían dicho jamás.



Marz

sábado, julio 11, 2009

Welcome Home (Galletarium)

Aaah, queridas galletas rancias
aquí viene un dinosaurio hambriento y cansado
y el lector preguntará: "¿con Mik que ha pasado?"
¡En un momento os lo habré relatado!
Por llamas y truenos he pasado.
Y aunque los examenes he aprobado,
¡este infierno no ha acabado!
Pues tengo un brazo fastidiado,
y para Agosto la rehabilitación me han asignado.


Y tras esto, perdonadme por faltar al respeto a los grandes poetas (y a los pequeños también).

Ahora sí, postearé más a menudo.


Sí, es una amenaza.



Mik

miércoles, junio 24, 2009

Héroes

Todos honramos a los héroes por distintas razones:

Unas veces por su arrojo
Otras por su valor
Otras por su bondad

Pero sobre todo honramos a los héroes por que todos,
en algún momento, hemos soñado con que nos rescaten...
Aunque si el héroe indicado no llega, a veces tenemos que rescatarnos a nosotros mismos.


Mary Alice Young

domingo, junio 07, 2009

reciclar

-¿Nunca te han propuesto algo así? Tendrías que saber lo que se siente.
Es un anochecer de verano joven. Andamos lento por la calle, mis pies están casi fríos. Todo esto no tiene nada que ver.
“Eso es porque siempre has estado en la misma situación. Aquí.”
Esto no lo ha dicho nadie, recuerdo.
-No soy capaz de imaginarlo.
Apoya un pie en el suelo. Aparto un mal mechón que se cruza en mi cara y observa todo el trayecto que mi mano describe.

Hace tiempo que la tarde ha acabado y ahora andamos hacia casa. Lleva la bici a un lado, porque yo voy a pie. Mis pies están cada vez más fríos.
-Me gustaría tener algo que esperar de esta noche. Que fuese a salir, que alguien me llamara, algo sorprendente.
Sonríe.
-Qué esperas de esta noche?
Tarda en contestar
-Lo mismo que espero de este verano, va a ser una noche larga e insustancial…
Quiere aprender a tocar la guitarra. Trabajar. Pero eso ya lo sé.
También va a cumplir años. No lo notamos.

Todo está cada vez más negro, la lluvia va a caer muy fuerte esta noche, parece.
-Me gusta que llueva por la noche. Ayuda a que me desenfade.
Relaciona la lluvia con romper muchos platos a la vez, yo también, tampoco me lo ha dicho, no importa.
Subo despacio las escaleras hacia casa. Va a irse hacia la cuesta.
No nos despedimos realmente."Yo ya no sé escribir..."

Las palabras salen muy lentas pero no parece extraño. La lluvia aún no ha empezado a caer. Los pedales de la bici tampoco giran. Todo continúa inmerso en un estatismo permanente.

jueves, mayo 28, 2009

Los ocho pecados capitales del arte contemporáneo

En fin...
Ayudadme a adivinar con qué cara se van a quedar los turistas (y también muchos de los que no lo somos) cuando vean esta espantosa forma de estropear un monumento que pertenece al patrimonio de Salamanca.







"Pero cómo puedes ser tan ignorante... es arte contemporáneo!"
Ah... amén, entonces.


No me interpretéis mal, no deja de ser algo curioso. Y seguramente hasta despierte buen humor. Pero voy a hacer la pregunta obligatoria, la que todo el mundo hace:
hasta qué punto puede considerarse que algo es arte?

Os invito a que leais aquí abajo un resumen de los que José Javier Esparza considera en su libro "los ocho pecados capitales del arte contemporáneo"


1. Búsqueda obsesiva de la novedad, objetivo fundamental del creador. El artista no aspira a crear una buena obra, sino una obra nueva, que sorprenda por su novedad.

2. Desaparición de significados inteligibles. Si no se entiende, mejor. Si se entiende, el artista cree que ha fracasado.

3. Transversalidad de los soportes, todo vale, el propio soporte se convierte en arte. ¿Pero pueden ser arte paquetes de cigarrillos pegados sobre muebles o latas apiladas?

4. La consagración de lo efímero. Las obras no tienen por qué perdurar en el tiempo, parece más que suficiente que existan sólo mientras están expuestas.

5. La vocación nihilista, la carrera desenfrenada por destruir cualquier referencia sólida, estable.

6. Apariencia de subversión, cuando en verdad está en gran parte subvencionada desde el poder de turno, que sigue sin entender ese arte, pero que se siente moderno amparándolo.

7. El naufragio de la subjetividad del artista, que no valora otra realidad distinta de propio yo, y que, por mor a ese culto a su subjetividad más radical, termina por no entenderse ni él mismo.

8. Obliterar cualquier búsqueda de la belleza, concepto que se considera retrógrado y perverso.





(Pero qué te han hecho, Salamanquita mía querida...)

viernes, mayo 22, 2009

flor fea





Ámame, y estarás amando a alguien inferior. A alguien mediocre. Estarás amando a alguien sin nada excepcionalmente bueno que destacar, sin nada demasiado malo que reprochar. Alguien completamente igual al resto. Ámame y estarás amando a la síntesis de lo bueno y lo malo, lo triste y lo feliz, lo pobre y lo rico, lo justo y lo cruel. Ámame y estarás amando a todo el mundo. Ámame y no serás capaz de hacerle daño a nadie porque todos ellos seré yo.






Ámame si te atreves a ser la mejor persona de este estúpido planeta.

viernes, mayo 01, 2009

Oye.

Dos viejos amigos paseaban por Madrid. Uno de ellos hacía diez años que había ido a vivir allí, mientras que el otro había seguido toda su vida en el pueblo en el que los dos habían crecido. Iban hablando por la calle, y sus palabras se mezclaban con las voces de los otros peatones y los insoportables ruidos de máquinas y coches.
En un momento, el chico del pueblo se detuvo y dijo: “Oigo un grillo”.
“¿Cómo vas a oir un grillo? –dijo el otro-. ¿Cómo podría ser que lo oyeses entre tanto ruido?”
El primero, sin decir nada, guiándose por su oído, se dirigió ciegamente a torcer una calle, miró a los pies de dos árboles, y en el segundo, ahí estaba: un grillo.
El amigo, asombrado, soltó una carcajada y dijo:
-¡Qué fenómeno! Tienes suerte chico… me parece que a mí el ruido de estas calles me ha dejado sordo.
-No, no es eso… Cada uno oye lo que le interesa
-No seas modesto!
-No es modestia!
Sonrió, y metió la mano en el bolsillo. Entonces dejó caer al suelo un puñado de monedas, y todo Madrid se giró a mirar.





Creo que más o menos así era la historia que Ansley nos contó mientras hablaba de la importancia del oído. Había preguntado a sus amigos, y todos dijeron que preferirían ser sordos antes que ciegos, excepto una amiga suya.
“Después de todo, cómo te peinas, qué ropa te pones, qué coche te compras… sólo lo haces para que la gente te pregunte qué tal estás”.


Marz

jueves, abril 23, 2009

Los pájaros (no spoilerizada)

El domingo pasado por la tarde, después de comprobar que efectivamente la TDT sólo ofrece una más amplia variedad de canales para no ver, puse desesperadamente el canal Castilla y León. He de decir que realmente me sorprendió lo que encontré. Estaban emitiendo “los pájaros” de Hitchcock.

Me puse a verla. Tenía curiosidad, yo sólo conocía la típica imagen de la chica que se encierra en una cabina para que los pájaros no choquen contra ella.



La película era bastante más interesante de lo que esperaba. Sin entrar en detalles, voy a decir que, llegado un momento, todos los pájaros comienzan a atacar a la vez, en “equipo”. Lo que me llamó la atención fue cómo lo organizaban.

Explico el panorama: los dos protagonistas salen a la calle tras uno de los ataques. Y ahí están todos los pájaros, cientos y cientos de ellos, observándolos fríamente, posados en los cables de la luz, en las vallas, en los columpios… Esperando para la siguiente agresión, que ocurriría después de un tiempo indeterminado, y sería muchísimo más fuerte. Y mientras tanto, la rubia y el guapo no pueden hacer más que aguardar con incertidumbre e impotencia hasta el siguiente ataque.







Una misma, adormilada y despeinada en su sillón, y con la ropa de estar en casa en una tarde de domingo vaga y estúpida, no pasó por alto lo mucho que le recordaban esas gaviotas y esos cuervos a sus propias preocupaciones.


Me da igual que Hitchcock plantease la película con otro propósito.






No llegué a ver el final. Inusualmente en mí, me quedé dormida poco antes del desenlace. Por esto mismo, podemos pensar a modo de conclusión que todas esas preocupaciones no son tan importantes como para quitarme el sueño.



A mí me apetece mucho pensarlo.

lunes, abril 06, 2009

vamos a jugar

Vamos a jugar.
A qué?
Vamos a jugar a un juego que se llama “qué es lo mejor que podría haber pasado”.
Y cómo se juega?
Lo mejor que podría haber pasado es: que no me hubiese subido a un bordillo y que hubiese aprobado el carnet…
A mí, que me hubiesen dejado irme de viaje farrero con los de clase… y que me dieran la beca.
Que no me hubiese cortado el pelo en ese sitio.
Volver al pasado?
mmm...
Y que no existieran los teléfonos móviles.
Ya lo creo.
Lo mejor que podría haber pasado es eso y que... se me ocurriese una letra buena para lo que compongo.
Y que ahora mismo apareciese en el medio del campo alguien con helado.
Vaya que sí! Ángel, tienes helado?
Si, aquí mismo tengo helado, pues claro que no, no te parece?
Ángel, a ver si aprendes a jugar.
Tséeee… huevo!
Tú ya no nos quieres como antes.
Aaaay dolor...



Marz

martes, marzo 24, 2009

she stared at me II

Acepté tomar ese café con ella. Quería hablarme… de no se qué! De cómo había cambiado todo desde que no estábamos juntos. A mi eso ya no me interesaba. Ella misma no me interesaba. Y cuando la vi esperándome a la puerta de la cafetería, lo confirmé: ella había cambiado, me parecía incluso más fea, más vieja, más estropeada y carente de toda luz.

Sin embargo, cuando el café empezó a llegar por la mitad de la taza, tras oir sus explicaciones, comencé a sentirme distinto. Con cada palabra que ella pronunciaba, parecía incluso que estaba más guapa por momentos. Su pelo, el cual apartaba casi como un tic de su cara agachada, ya no parecía de alambre, sino que la luz que entraba por el ventanal lo hacía ser de nuevo de su bonito color castaño. Unas nuevas palabras de disculpa hicieron más dulce su gesto, las lágrimas suavizaban los rasgos que en un principio eran duros. Veía de nuevo el color en sus mejillas detrás de esa piel mate, y el brillo del arrepentimiento hacía que sus ojos cambiasen de un tono frío y oscuro a su color miel otra vez. Las palabras brotaban de sus labios con una voz cada vez más armoniosa, alejándose del tono áspero del inicio de la tarde.

Esa tarde renacía ante mí la chica con la que había compartido mi vida antes de que todo se viniese a pique. Allí estaba ella, echando por tierra con sus argumentos todos mis esquemas mentales acerca de nuestro problema. Sentí de que debajo de todo mi orgullo, en el fondo yo también estaba deseando verla. Que deseaba realmente que ella estuviese arrepentida de todo lo que había hecho. Ahora veía que así era, que ella me quería.

Y entonces, según siguió hablando, noté cómo incluso su ropa comenzó a cambiar. Su camiseta y sus vaqueros empezaban a transformarse en un vestido largo, rosa y pomposo. Sus ojos tomaron color azul intenso y su media melena castaña comenzó a crecer y a tornarse cada vez más rubia y ondulada. Las palabras que ella seguía emitiendo hicieron que a su alrededor brillase el sol y el arco iris. Entraron pájaros por la ventana que revoloteaban a su alrededor, mientras su tono de voz se volvía ya completamente música. Mientras terminaba una frase, las puntas de una tiara con diamantes comenzaron a emerger de su cabeza.

Entonces me di cuenta.

“Está mintiendo… está mintiendo desde el principio”

Horrorizado, me levanté rápido de mi asiento. Sin decir nada, dejé el dinero en la mesa y recogí rápido mis cosas. Y allí la dejé con todo su aura, llorando y gritándome unas últimas palabras antes de que me fuera, mientras ahora su silla se elevaba formando un torreón de piedra, mientras delante de ella aparecían rejas, y un dragón llegaba para custodiarla. El cielo rojo y gris se quedó con ella cuando me alejé.


Marz

lunes, marzo 16, 2009

some dinosaurs never die

...o de como una pelirroja consiguió un gran número de seguidores en cuanto Mik desapareció.


No, no vengo a reclamar un inmerecido trono. Ni a justificar mi larga ausencia. Mik aplaude a su manera (o sea, agarrando a Colón por la solapa con la mano derecha y abofeteándole con la izquierda) el logro de Marz.

Marz es una artista nata, toca y escribe con un gran sentimiento y habilidad (y esa acidez tan característica de cuando está inspirada). Eso sí, no pienses que por ello me vas a robar la buhardilla húmeda y destartalada, y que vas a acaparar todo el vino aguado y el pan duro. Oh si, ¡eso me lo he ganado a pulso! Tras largos años de dura lucha contra un mundo que no me deja ni practicar la nigromancia como carrera, y ni siquiera encuentro una escuela donde me enseñen a hacer bolas de fuego (¿y quién no adora el fuego?) merezco una compensación.

Aunque siempre me quedará la guitarra eléctrica, ese instrumento que puede revivir a los muertos (y matar a pijos y perroflautas), crear ardientes ritmos, y hacer vibrar al mundo entero. Por ello Mik no hace mucho decidió vender uno de sus riñones para mejorar su preciada guitarra.

Sí, habéis leído bien, uno de mis riñones. Sé que ahora, queridos seguidores, estaréis alarmados, pensando: "¡¿Y como filtras ahora los líquidos, si un riñón era para Whisky y otro para Vodka?!". Eso demuestra que no me conocéis lo suficiente, y por ello no merecéis ser llamados seguidores (y menos aún queridos) pero como soy un dios magnánimo, os lo perdonaré después de que me hayáis adorado durante los próximos 10 eones.

Está claro que lo que hice, naturalmente, fue dirigirme a la comunidad de perroflautas mas cercana y embolsarme 15 riñones (el que sólo tenía un riñón debía ser también guitarrista).


Lo hice, y sé que Gregory Samsa habría hecho lo mismo en mi lugar.




Mik

martes, febrero 03, 2009

Ensayo sobre la infancia

La infancia. Si amigos, esa etapa de felicidad por antonomasia. Periodo de tiempo que, excepto los que nacen viejos –conozco un par de ellos- físicamente todo el mundo ha de tener.

La infancia, periodo bonito y extraño, en que todo es al contrario que en la madurez. Ha habido montones de tipos que han estudiado acerca de esto, por nombrar al mítico, Freud.
Freud estudió qué acciones daban placer al niño durante determinadas etapas. La mayoría estaban relacionadas con mearse o cagarse encima. Y aquello de lo que nos sentimos tan orgullosos, de hacer reir a un niño? Un niño muy pequeño se ríe cuando está asustado (ok. Guardemos nuestras muecas).
Una de las más curiosas que he oído: el niño alarga la mano hacia un objeto alejado no para indicarnos que lo quiere y que se lo acerquemos, sino para cogerlo, ya que aún no tiene formado su esquema corporal y no sabe hasta qué punto su brazo no es infinito.
Otro dato, la hiperactividad infantil disminuye cuando se les suministran al niño anfetaminas. Y los bebés sólo quieren quedarse para siempre con papá y mamá porque son las únicas personas con las que duermen a gusto.

Antiguamente las personas se dividían en niños y adultos. Ancianos no había porque nadie vivía tanto, y la línea de división entre una categoría y la otra se medía según parámetros biológicos –exclusivamente-.
Ahora (como absurdamente se hace en casi todos los estudios) el asunto se ha plagado de subdivisiones. Bebés, niños, adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes, adultos mayores, ancianos, cuarta edad y momias. Ahora uno no empieza a ser el grado más bajo de adulto hasta que se tienen veinticinco años.
Entonces, lo que estamos haciendo es alargar la infancia. Me parece correcto. La vida se alarga, pues que se alarguen las dos etapas.


Pero, cómo de ancha es la línea que separa el parchís de la oca- el parchís de la oca- el parchís de la oca? Enseguida nos parece mal si una persona no se comporta de forma adecuada al grupo-subgrupo-subsubgrupo de adulto al que pertenece. Es muy recurrente la frase “qué inmaduro” cuando, realmente, podríamos considerarlo una evolución de la humanidad en la misma línea que hasta ahora, no es cierto?

Así, una se toma la libertad de considerarse (Darwin me daría dos besos) un ejemplo de evolución. Aprendo más por lo que oigo que por lo que leo. La oscuridad me da miedo (como a todo el mundo debería!) y cuando algo de fuera me da miedo pongo hahahah una sonrisa. Yo a veces también pienso que puedo llegar a cosas que están bastante lejos del alcance de mi mano. Y sólo quiero estar unida eternamente a quien me deje dormir tranquila.

Lo de las anfetaminas puedo confesar que nunca lo he probado.
Y lo de mearme encima… bueno, os juro que hace años que no…

martes, enero 06, 2009

she stared at me

Estaba seria, pero a mí me encantaba. Ni siquiera se había preocupado en peinarse o en vestirse bien, pero estaba preciosa. Me había dicho que tenía que decirme algo, yo se lo recordé, y entonces me miró a los ojos. Sus ojos, que eran todo el territorio que yo necesitaba. Empezó a hablarme sin desviarlos.

-Verás... cuando empezaste a salir conmigo, ya sabías que yo era una persona inestable, ¿no? Que era polar.

¿"Que era polar"? ¿Y qué es lo que ella veía de malo en eso, qué es lo que yo debería ver? Polar, como todas esas tierras blancas prácticamente vírgenes, naturaleza en estado puro, explosión de luz. Su piel, sus abrazos, tiernos como los de osos polares. Kilómetros y kilómetros de agua en todas sus formas, vida, para ella y para mí. ¿Lo imagináis? Nosotros dos solos ante esa inmensidad, dueños de toda esa belleza. Seis meses de eterno día junto a ella, seis meses de continua noche a su lado.

-Pues bien... ayer te quería... pero hoy ya no.


Solo entonces sentí el hielo.



Marz