Hasta que apareció ella.
Y de repente noté esa sensación de cuando alguien empieza a quererte. Todo mi ser oculto hasta entonces parecía no tener defectos a sus ojos, poco a poco ella fue abriéndose mas a mí y yo con ella. Me descubrió todo un mundo de sensaciones, de sentimientos; me hizo sentir que había algo en mí que yo podía comunicarlo a los demás. Me abrió un gran círculo de relaciones humanas en las que comencé a sentirme aceptado, escuchado, y hasta apreciado.
Pero ahora, la gente no me mira igual que antes. Es como si después de tanto tiempo esperasen de mí algo más de lo que ya conocen. Me miran altivos y casi desafiantes, me desprecian, creen que no me la merezco realmente y que ellos podrían amarla mucho mejor que yo. Ya no puedo dedicarle tanto tiempo como me gustaría, y aunque ella me sigue queriendo, siento que no estoy a la altura. Cuanto más la conozco, más me doy cuenta lo que me falta por saber de ella. Y lo lejos que estoy de merecérmela. Me ha hecho ver que soy una persona horrible.
Y por eso, la voy a destruir.
marz
1 comentario:
Ni se te ocurra.
Publicar un comentario