lunes, octubre 25, 2010

un caballo de ojos azulverdosos

Sentarse en una habitación pequeña
y beberse una lata de cerveza
y liar un cigarrillo
mientras se escucha a Brahms
en una pequeña radio roja

es haber regresado
con vida
de una docena de guerras

oír el ruido
de la nevera

mientras las mujeres hermosas de las playas
se pudren

y las naranjas y las manzanas
ruedan.

Bukowski

1 comentario:

Clockwork Girl dijo...

Bukowski...creo que su genialidad se debía a las grandes ingestas de alcohol, o su genialidad le obligaba a beber para mantener la cuerda locura...ais, benditos lios mentales.