martes, febrero 02, 2010

las paralelas

-Bravo! Pero mira que bien lo haces María!
Se ríe un poco. Agarrándose a las barras sigue andando y me habla sin mirarme.
-No, ya no... Yo llevaba unos ultramarinos en la plaza del mercado, sabe? yo he sido mucho, he trabajado toda mi vida, pero ahora... ya tengo más de noventa años...
-Ni siquiera los has cumplido aún..Y ves a aquel señor? tiene 102 años! y baja las escaleras a saltitos. Todavia puedes hacer mucho... tienes que intentar caminar... va a ser mucho mejor para tí después.
-Mejor estaría en una caja de pino...

La mujer que caminaba a su lado se para y pone una mueca hacia ella. Ingresó allí cuando cerraron el psiquiátrico. Tiene la cara típica de mujer loca, con los ojos muy abiertos y la boca inexpresiva, pasa todo el dia con la bata puesta, y lleva siete años sin reirse ni llorar.
-Huele fatal.... -dijo.


Hoy María tenía la camisa mal abrochada, no llevaba pendientes, pareciera que realmente ya tuviese 100 años, o demasiadas ganas de no tenerlos. Me mira, ella no ha escuchado nada.

Continuamos andando hacia la silla. Enfrente de nosotras, un espejo nos acusa de algo.

-Señorita.. cuando me van a dejar marcharme ya de aquí.


marz

4 comentarios:

Trini dijo...

102 años eh?... ese hombre da saltitos porque le mandan fisios de mucha categoría..

Luzya dijo...

A nosotros a los 90 años tambien nos quedará aun mucho por hacer... lo presiento =)

don't cook my dinosaur dijo...

¡Ooooh, si! Ya nos imagino a todos con noventa años y siendo igual de duros que ahora (o más).

Definitivamente, me tendrías que haber rehabilitado tú, y ya de paso te pasabas por Barcelona.

Pero noooo, las galletas siempre se hacen en Salamanca. ¡Exijo igualdad entre pelirrojas y hombres-tentaculares!

Mik

Misaoshi dijo...

Me da un poco de penita >.<

Saludos