sábado, agosto 15, 2009

encinas

-No es que me guste, lo hago porque...me sabe a Sudamérica.
-Y es ansiolítico, también...

Nuestra idea inicial era ir al frontón nuevo a tumbarnos y ver estrellas. Yo había oído que era temporada de lluvias de estrellas, y aunque hoy no hubiese, seguía siendo agosto, y no había mejor sitio para ver el cielo nocturno en verano que el frontón, salvo quizá el campo de fútbol.
Pero las luces del frontón seguían encendidas (completamente extraordinario y absurdo, pues estaba vacío y ya eran casi las dos de la mañana), así que avanzamos unos metros hacia las viejas escuelas del pueblo, entramos, y nos sentamos, apoyándonos en la pared. Las luces de los potentes focos todavía alcanzaban a iluminarnos las caras.

Ese lugar me daba la impresión de ser un escenario estático. Siempre ha sido igual desde que alcanzo a recordar. El suelo de la entrada a las escuelas, al igual que el techo, siempre liso y con tacto de tiza, está rodeado por una pequeña verja, en la que se enredan las ramas de un sauce llorón. Enfrente, el frontón, con dos de sus paredes sin terminar debido a la falta de presupuesto (o quizá de ganas), muestra una imagen humilde desnudo en ladrillo. A la izquierda, el camino a los maizales y al río. Detrás, la senda que lleva a la alameda esa tan oscura en cuya charca dicen que un día se ahogó un niño, y a la cual ni ya cumplidos los 19 años nos hemos atrevido a volver. Hacia la derecha, el camino de vuelta al centro del pueblo.

Cogió (agarró, tomó) un fósforo de los de la caja gigantesca, y lo prendió.

Hablamos de viajes y de proyectos, y de psicólogos, y creo que nos reíamos. Me recordó el fallido intento de Guión Ansiolítico 2008-2009 y me propuso comenzar uno nuevo para este año.

-Bien, entonces... empieza aquí. En las escuelas, con estos cacharros mentolados, con la luna amarilla con forma de rodaja de melón.
-Conmigo mirando mis pies... que no me gustan porque cuando veo sólo mis pies pienso que soy mi madre...

"Puajajajaj...."
Entonces vio una estrella fugaz. "Ey! una estrella fugaz! un deseo un deseo un deseo!! qué pido qué pido!!?"
Al final pensó en algo en concreto de entre todo lo que querría haber pedido, pero para cuando se decidió a qué pedir seguramente ese pedazo de roca espacial ya se hubiese desintegrado, así que ese deseo no se cumplirá. No se cumplirá de esta vez, no. Esperamos a otra estrella.

-Mira, ahí viene Eder.

La ceniza había tomado la forma de un perfecto cono.

Eder saltó la verja y se sentó a nuestro lado.

lunes, agosto 03, 2009